a mis sobrinos
Rojo-Aladro
Con raíces castellanas
y un bello plumaje rojo
al iniciar la mañana
cantan siempre sin reposo.
Los padres de estos canarios
Nacen a orillas del Duero
Y se fueron voluntarios
Emprendiendo un largo vuelo.
Los canarios de esta serie
Se han declarado palmeros
Y aman a la isla verde
Con cariño verdadero.
Mezclados con los isleños,
Guanches, Cristianos y Moros
Consiguen con gran empeño
Que no los tomen por “Godos”.
Rojo es un color de sangre
Que da fortaleza y vida
Auyenta nuestra “pesambre”
Y nos aporta energía.
Huérfanos de muy pequeños
Se agruparon a su madre
Quien con trabajo y empeño
Sacó a todos adelante.
Son nietos de Don Teodoro
Un prestigioso Galeno
Que nos dio ejemplo sonoro
De un espíritu sereno.
La Bonita Isla de Palma
Está gravada en sus mentes
El Teneguía y su alarma
Y el parque del Taburiente.
Hoy por fin han conseguido
Ser buenos profesionales
Y extienden “el rojerío”
Por muy diversos lugares.
Yo os veo de mañana
Asomados al balcón
Entre “papas arrugadas”
Y un buen “mojo picón”.
Ni te “alongues” ni me “chingues”
Vivid siempre como hermanos
Ayudaos lo posible
Formando un bloque cerrado.
Aunque vivamos distantes
Tenemos genes comunes
Lo que delata al instante
El cariño que nos une.
Que Dios os de larga vida
Canarios de mis amores
Cantando con alegría
Como nuevos ruiseñores.
Juan José Rojo Martínez
Agosto 2004
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