Me pide Juanjo, tu yerno
Te dedique una semblanza
Que recoja lo más tierno
De tu vida y tus andanzas.
En esta tarea estoy
Con la duda razonable
Si seré buen portavoz
De una idea tan loable.
Comenzaré con preguntas
Para perfilar detalles
Y que todas ellas juntas
Sirvan de entrada esta tarde.
¿Quién es esa gran señora
que sonríe a todas horas
con el semblante sereno
a la que echamos de menos
y la familia adora?
FUKI MORA.
¿Quién sin perder el talante
aguanta bien los transplantes
que su epidermis reclama
para seguir adelante
con la urgencia y sin demora?
FUKI MORA.
¿Quién es esa repostera
que hace tartas de primera
y calamares rellenos
que siempre echamos de menos
en fiestas como las de ahora?
FUKI MORA.
¿Quien es esa sufridora
Cuya pierna está cubierta
Entre gasas y algodones
Que nunca emite una queja
Y a su Fuensantica implora?
FUKI MORA.
Sus hijos y sus nietos
Le tienen admiración
Por su murciano gracejo
Su energía y su tesón.
La relación de los Mora
Y el servicio de Correos
Sigue vigente hasta ahora
Con tres de sus heredoros.
Ella vive en Vistabella
Siempre al lado de su Paco
Con el que convive y sueña
Sin olvidar su trabajo.
Aunque se apellida Mora
Ella es una fiel cristiana
Que sus dolores aplica
A méritos del mañana.
La consigna es resistir
Tomando baños de sol
Hasta que puedan venir
Esas células madre
O baba del caracol.
La vida es un navegar
A veces contra corriente
Para poder llegar
Hay que actuar muy valiente.
Y aquí termino la historia
De esta mujer singular
Que retiene mi memoria
El día de Navidad.
Juan José Rojo Martínez
Diciembre 2006
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