Los Claveles y los Rojos
Estamos hoy reunidos
Para celebrar gozosos
Los 60 años cumplidos.
La elección del nombre Luis
Al bautizar al “enano”
Algo tuvo que influir
Su tío Luis Valenciano.
Llegar a sexagenario
Porque así Dios lo ha querido
Premia el esfuerzo diario
De los años que has vivido.
Yo quiero felicitarte
Medio en serio medio en “chanza”
Dedicándote esta tarde
Esta modesta semblanza.
No es fácil un buen retrato
De este clavel arquitecto
Que siempre amable en el trato
Tiene registros muy dentro.
Inculcaste a los tuyos
Tu gran amor por el mar
Enseñándoles, intuyo,
El placer de navegar.
El velero “Monabuena”
Como el “Sincio” en su día
Son la referencia plena
De una ilusión compartida.
Amigo de tus amigos
Siempre sabes dialogar
Dando un profundo sentido
A la vida familiar.
Obligada es la mención
De tu madre aquí presente
Y su lógica emoción
Es el mejor referente.
Pues madre no hay más que una
Según nos dice el refrán
Y su vientre es la cuna
De la vida prenatal.
La educación de los hijos
Con tu mujer compartida
Tiene un objetivo fijo
Educar para la vida.
Tu sentido del humor
Salpicado de ironía
Crean a tu alrededor
Confianza y simpatía.
Cuando el tiempo lo permite
Y en el trabajo hay relevo
El sale a cazar perdices
Al reclamo o al ojeo.
Cazador como su padre
Que en las tardes acompaña
Recorriendo verdes valles
Rastrojeras y montañas.
Tienes fama de “currante”
Con unas claras ideas
Y tu tranquilo talante
Te acredita de “hueveras”.
Arquitecto prestigioso
En Murcia bien conocido
Por sus planes novedosos
Y su original estilo.
Pero él amplía el escenario
Y ya no trabaja solo
Pues le acompaña a diario
Su hijo mayor: Manolo.
La empatía Luichi-Ara
Es clave fundamental
Que nos explica y aclara
El éxito conyugal.
Entre planos y proyectos
Esperanzas e ilusiones
Van cubriendo este trayecto
Logrando lo que proponen.
Ambos están orgullosos
De sus cuatro descendientes
Que han salido estudiosos,
Cariñosos y valientes.
Para terminar, la noticia
Que os anuncio con “sordina”
La boda el próximo año
De Luichi hijo y Carolina.
Un anillo de pedida
Luce ella en su anular
Hasta que el cura decida
Dónde les puede casar.
A los compadres y amigos
Que se han desplazado al valle
En su nombre y en el mío
Les agradezco el detalle.
Que Dios te de larga vida
Y no te falte el trabajo
Que aún te quedan muchos días
Para currar en el “tajo”.
Y aquí termina la historia
De 60 años cumplidos
Que guardará la memoria
Para años sucesivos.
Juan José Rojo Martínez
La Alberca, 23 Sep 2006
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