De una forma inesperada, irrumpió con arrolladora fuerza en el panorama literario murciano esta joven promesa, que próximo a cumplir 95 años, nos ha dejado para siempre. El nos enseñó que siempre se está a tiempo de volver a empezar.
Su obra, como su vida, es un ejemplo de tesón, inteligencia y constante inquietud por aprender. Tras haber culminado con notable éxito carreras profesionales en los ámbitos de la ciencia (Prestigioso farmacéutico), el ejército (General de Aviación) y el servicio público (Subgobernador Civil), se incorporó al mundo de la literatura, tan aparentemente ajeno, donde ha cosechado, una vez más, grandes éxitos.
Más allá del reconocimiento a la brillante figura como hombre de ciencia y personaje público, me gustaría destacar los rasgos más característicos de su personalidad: INTELIGENCIA, VALENTÍA GENEROSIDAD Y CALIDAD HUMANA.
Quienes le conocíamos ya teníamos sobradas pruebas de ellos, por lo que invito, a quienes no le han conocido, a que los descubran leyendo su obra verso a verso.
En particular como hijo, siento una profunda emoción al leer las semblanzas y reflexiones donde recuerda a mi madre, rebosantes de sensibilidad y amor.
Espero que disfruten de este rincón literario, que va a quedar para siempre como el sitio donde acudir para recordarlo. Si quieren dejar constancia de su visita y despedirse de este gran hombre, pueden hacerlo aquí.
Francisco Rojo Ortiz
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