Mi querido General -así lo llamaba-, ¡Cuánto echaré de menos su profusa cultura y bondad! Sé que donde esté seguirá con complaciente atención nuestras cuitas y alegrías.
De una forma inesperada, irrumpió con arrolladora fuerza en el panorama literario murciano esta joven promesa, que cuando estaba próximo a cumplir 95 años, nos ha dejado para siempre.
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